Indudablemente,
la campaña publicitaria de Coca-Cola para la celebración de su 125 aniversario
marcó una gran pauta, convirtiéndose en un éxito rotundo, muy elogiado, poco
criticado, pero más allá de esa estructurada campaña se pudiera decir que el
mensaje transmitido fue un exquisito regalo de positivismo y alegría para la
humanidad donde pudimos apreciar cosas buenas y malas que suceden en el mundo y
que la razón positiva prevalece frente a una acción negativa.
Ciertamente, a
veces nos dejamos embriagar de miedos y desesperanzas que nos llegan como
puñales, como rayos, elaboradas malas noticias que nos envuelven en una espesa
bruma que no nos deja ver la luz en momentos más aciagos.
Como viene al
caso, les voy a relatar esta historia: Hace unos días me conseguí con una amiga
que es enfermera en el seguro social, como muchas personas en nuestro país,
ella se va caminando desde su casa a la sede del nosocomio, recorre una
distancia aproximada de 1 Km. Lo hace todos los días a la 1:00 de la tarde ya
que ella trabaja fija en la sala de emergencias desde las 2:00 pm hasta las
8:00 pm, me comenta que cierto día en su
caminar ella iba orando y hablando con Dios, pidiéndole por su familia, por los
niños desnutridos, por las personas sin hogar, por los que pasan hambre o comen
de la basura, por los enfermos, pidiéndole fortaleza para ella y para todas
aquellas personas en situaciones difíciles, recriminaba por todas las
desgracias que diariamente empañan nuestra felicidad.
Caminaba ella por
una avenida solitaria bajo el ardiente e inclemente sol del mediodia, como iba
distraída en su cavilación religiosa no se percató que venía una Sra. caminado
en sentido contrario, cuando la tuvo muy cerca, ya era tarde para esquivarla.
La dama en cuestión, con una amplia sonrisa y de manera amable le preguntó si
se dirigía al trabajo, a lo que ella le respondió que sí, pensando que se
trataba de alguna paciente a la que no recordaba, inmediatamente la Sra. metió
la mano en su gran bolso de mano y sacó una arepa y se la obsequió, mi amiga con lágrimas en los ojos, no daba
crédito a los que estaba ocurriendo y comenzó a darle gracias a Dios por oírla y
por enviar a personas como esta Sra.
para auxiliar a los más
desfavorecidos, la Sra. sin entender volvió a sacar otra arepa y se la colocó
en las manos y le dijo:
- Toma amiga y dásela a otra
persona necesitada.
Al llegar al
Seguro social, mi amiga comenzó a llorar y a contar el episodio y casualmente
otra enfermera le dijo que no comía desde el día anterior porque en su casa no
había comida, entonces ella tomo la arepa adicional y se la dio diciéndole que
un ángel se la había enviado. Ambas
lloraron y oraron. Fue un momento bastante emotivo.
Traigo esta
historia a colación porque, es cierto, Hay
razones para creer, hay razones para no abandonar la fe, hay razones para
ser cada día mejores personas, mejores ciudadanos, para compartir y para ayudar, para ser felices y para dar felicidad. La
felicidad es posible!! Todo es cuestión de actitud
Debemos ser
sensibles ante otras personas, la sensibilidad, la gratitud, la humildad y la
responsabilidad entre otros, son valores fundamentales, es nuestro deber
fomentar la creación de conciencia acerca de los valores necesarios para el
crecimiento verdadero del ser humano. De pequeña siempre me gustó tener
animales, tuve la dicha de tener muchas mascotas, desde gatos, perros, tortuga,
hasta una lagartija, los cuidé con mimo y dedicación, sufrí cada pérdida y
tenerlos me hizo ser una persona compasiva, decidida y respetuosa. Aunque valoro muchísimo la
sinceridad, esos fueron los valores que más se arraigaron en mí, es mi práctica
diaria y como siempre digo: los niños ven, los niños aprenden, somos modeladores
de conducta.
Las lecciones de
vida vienen de modos diferentes, lo importante es captarlos con entereza, con
optimismo y con valor. Vivimos en un mundo acelerado y convulsionado por los
altos y bajos de la vida diaria, debido a la situación económica, política,
social y cultural que nos ataca donde es muy fácil perder la esperanza y las
ganas de vivir. Campañas como esta, con
un alto contenido de positivismo, esperanza y fe, demuestran que después de un
día oscuro siempre llega la luz y que por muy difícil que se encuentre en
camino siempre hay razones para seguir adelante. Una excelente iniciativa para ayudar a subir el
autoestima colectiva, haciendo el mundo cada día mejor y para vivir con un legando de optimismo para las
generaciones futuras.
“No dejes todo para Dios, tienes que
actuar, moverte, es una reacción de acción en equipo”